jueves, 10 de junio de 2010

¿Y DONDE ESTÁ NUESTRO DERECHO A LA SALUD?

¿Y DONDE ESTÁ NUESTRO DERECHO A LA SALUD?
Autor: Daniel Alfonso García Collante
1089-2010


Hoy en día casi todo el mundo acude a un centro de salud, ya sea por una simple gripa, el dolor de un diente, por una ruptura a la cadera, una operación de apéndice o una complicada intervención al corazón; es decir desde lo más simple a lo más difícil, del más bajo al más alto, pero como siempre es tan sólo un casi, no todos; pues cada día que pasa enfermarse es sinónimo de lujo, pues la realidad nos muestra que el costear una enfermedad no está al alcance de todos los peruanos y que enfermedad = económico es tan sólo una utopía.

Sumando a ello nuestros hospitales diariamente reciben a miles de pacientes con diferentes dolencias y dudas sobre que les a de pasar, pues realmente acudir a un hospital es un calvario, ya que no se sabe si el doctor que nos atenderá lo hará a la hora, o tampoco se sabe si la enfermera de turno esté en tópico para colocarnos la infección, así como no se sabe que tan caro resultará enfermarse, pues no sólo se pierde dinero, sino también tiempo, que de por si solo es valioso, pues un minuto perdido es una esperanza perdida y dicha esperanza pudo haber significado la vida de una persona.

Con ello quiero tratar de explicar la tremenda preocupación que tiene un paciente al acudir a un nosocomio, pues tal parece que la indiferencia reina en donde menos debería estar, tan es así que muchos “médicos o enfermeras” se aprovechan de la “bendita burocracia” para aceptar atender o no a una persona que pide a gritos atención médica, pues tan sólo reclama comprensión.

Afortunadamente existen médicos, enfermeros o técnicos que aman su profesión y están concientes que la vida de una persona esta sobre todas las cosas y que tratan de ser cada día mejores profesionales, pues saben que tratan con personas, más no con animales, pues hasta el animal merece respeto para ser tratado; sin embargo la gran mayoría se deja llevar por la pereza, la avaricia, o el favoritismo y olvidan que tratan con vidas humanas; por ello trataré de ser lo màs sucinto posible para abordar los principales temas que enferma cada día a la Salud Peruana.

COSTEAR UNA ENFEMERDAD, UN LUJO

Ya nadie tiene duda de lo caro que resulta enfermarse, pues tan sólo al llegar ya piden las ampollas, el suero, los analgésicos, en fin innumerables de cosas que cada día se vuelven menos accesibles para los peruanos y claro no es un problema exclusivo del Perú, ya que por ejemplo según un informe de Management en Salud en setiembre del 2009 el costo del sistema de salud en Estados Unidos es el más alto en el mundo: mas de 2 billones de dólares anuales. Aun así hay casi 48 millones de personas sin cobertura, un 15% de la población. Para ellos, una consulta de rutina al médico puede costar 100 dólares, pedir una ambulancia 500 dólares, y dos días de estar internado pueden significar cerca de 10 mil dólares. No cualquiera puede darse el lujo de enfermarse o sufrir un accidente… Es esto lo que busca cambiar el presidente Barack Obama con su reforma sanitaria.

Algo tan parecido pasa en nuestro país que por ejemplo para un paciente hospitalizado, el estar un día mas internado significa un mayor gasto, un día más donde le sacarán placas, análisis, la comida y sin contar con la cama y los innumerables exámenes que le sea necesario y pues claro es normal que todo ello cueste, lo malo es que para un peruano común y corriente en donde su estatus económico bordea apenas el sueldo mínimo vital, el enfermarse se vuelve una verdadera pesadilla, en donde tan es la diferencia que según un informe de Terra, con el sueldo de un solo congresista se podría pagar 36 sueldos mínimos vitales.

Por la gran diferencia que se vive, hoy existe el famoso SIS (Seguro Integral de Salud), que según su pagina Web la prioridad de éste es atender a los peruanos en pobreza y pobreza extrema; todo ello es mérito de encomio para nuestro Estado, pues así como nuestros representantes políticos tienen sus “joyitas” que cada día van saliendo a la luz, donde una es peor que la otra y demostrándonos así que a muchos de ellos les interesa más escuchar el sonido de sus bolsillos que el clamor de la gente que pide apoyo; también existen políticos dignos del respeto de todos y apoyan programas sociales en beneficio del pueblo que tratan de solucionar algunos problemas que se tiene, pero lamentablemente el SIS es un seguro que no solventa todo tipo de enfermedades y muchas veces los medicamentos necesarios para una buena recuperación no están cubiertos por dicho seguro; lo que conlleva a que una persona o compre un buen medicamento para sanarse en una farmacia particular o soporte su enfermedad.

Dentro de esto contexto existe EsSalud, que atiende a miles de asegurados alrededor del país, en donde a la hora de atenderse no se gasta nada, pero claro para pertenecer a este tipo de seguro es necesario aportar mensualmente una cantidad, que por lo general gozan los trabajadores públicos del Perú, sin embargo, no por ser un seguro que aportan miles de peruanos se libra de las carencias en donde muchas veces son los hospitales capitalinos los que gozan de todos los implementos para una buena atención, pero yo me pregunto, ¿y donde quedan los seguros de provincia?, mejor dicho ¿que hacen los asegurados de provincia para una buena atención, si en su hospital no existen los suficientes implementos para poder curarse?, y claro esto no solo sucede con los hospitales de EsSalud, sino también con los del MINSA, ya que la mayoría de hospitales de provincia están prácticamente abandonados por el Estado, y por ejemplo un cajamarquino que se encuentre enfermo y acude al centro de salud, sea este el seguro o el hospital, si requeriría de una intervención quirúrgica al corazón o al pulmón deberá viajar a otra ciudad por lo general Chiclayo, Trujillo o la misma capital, es aquí donde los gastos para este paciente no sólo serán por los medicamentos, pues ahora necesitará de pasajes y estadía en cualquiera de dichas ciudades, ya que por lo general las atenciones de un referido pueden durar semanas sin llegar a un diagnostico verdadero, es decir, días que pasan que significan un gran gasto para una persona.

Por todo ello afirmó que enfermarse actualmente es un lujo, y eso que es sólo una mirada general a la situación actual, pues es un dolor de cabeza el pensar en los gastos que se presente para curarse, por ello que muchas de las personas al no poder costear la curación de cualquier enfermedad, prefieren seguir con sus dolores o lo que es peor, mueren.

Muchas veces resulta irrisorio encontrar normas constitucionales como el articulo 7º de nuestra Carta Magna donde afirma que “todos tienen derecho a la protección de su salud…” ya que es una burla que se hace a muchos peruanos el decir esto, mientras que con sus acciones demuestran todo lo contrario, por ejemplo, hace unas meses sonó muy fuerte la noticia en todo el mundo sobre la Gripe AH1N1, más conocida como “gripe porcina”, en el cual en el Perú tuvo un fuerte eco, pues nuestras autoridades pusieron el grito al cielo y comenzaron a propagar día a día en todo tipo de medios las muertes que iban ocurriendo a consecuencia de este virus, y es que todos lamentamos dichos fallecimientos, pero lo que llama la atención es que el gobierno se preocupó bastante y trató de evitar a toda costa que se siga propagando esta enfermedad, sin embargo poco o nada hace año tras año para evitar las muertes de nuestros compatriotas que mueren por neumonía y es que según un reporte del MINSA publicado en el diario La Republica en agosto de este año, para ese entonces eran 525 muertos por neumonía, dicha cifra superaba los registros de los dos años anteriores.

Según el informe La Dirección General de Epidemiología (DGE) del Ministerio de Salud precisa que del total de fallecidos, 325 eran niños menores de cinco años y el resto, 200, adultos mayores (más de 60 años).
Lo que aún preocupa es que en el caso de los infantes fallecidos, el 53.2% (173) murió ahogado en su propia flema sin siquiera haber tenido la oportunidad de que una mano especializada le brinde alguna medicina. Este grupo murió fuera de los servicios de salud, debido a la lejanía de los mismos.

Mientras que el ministro de Salud, Óscar Ugarte, apenas hace unos días confirmó la muerte de cerca de 200 personas en el país a consecuencia de la gripe AH1N1 y dijo, además, que el número de contagiados por la enfermedad suman más de ocho mil. Pues ahora yo me pregunto, ¿por que se hizo un gran escándalo por los fallecidos por la gripe AH1N1 y no se hace ese mismo escándalo por los muertos por neumonía que hay año tras año en nuestro país?

La respuesta es muy dura, cruel y hasta repugnante, pero es la verdad; pues al Estado parece sólo preocuparle la salud de los peruanos del sector A y B, quienes fueron los mayormente afectados por dicha gripe, mientras cada vez menos es la preocupación por los pobres del Perú, por los inocentes niños de Puno, Huanuco, Cuzco y demás ciudades que mueren por la oleada de frío y por no tener el suficiente dinero de poder vivir dignamente.

Los números son increíbles, y me reafirmo en lo dicho, no es que menosprecie la muerte de las personas afectadas por la Gripe AH1N1, pues ello es lamentable, pero lo que duele como peruano es ver la situación que se encuentran miles de niños, mujeres, ancianos que mueren en silencio, por el desdén de muchos y por lo caro que resulta salvar sus vidas.

Lamentablemente no sólo los peruanos tenemos este tipo de preocupaciones, sino que hasta los habitantes del país “mas avanzado del mundo” lo padecen, sin embargo existe algo más cruel que la falta de dinero de no poder costear una enfermedad, me refiero a la indiferencia, donde muchas veces los trabajadores del sector salud parecen actuar como maquinas sin importarle el dolor ajeno, olvidando que hay “cosas” que a veces duelen más que una enfermedad y justo eso veremos en el siguiente punto.

LA INDIFERENCIA EN MEDIO DEL DOLOR

Como observamos anteriormente la salud es un lujo, pero muchas veces no sólo es la falta de dinero el que hace sufrir a un paciente o a sus familiares, sino es la forma de atención que reciben en dichos centros de salud.

Cualquier persona que haya pasado tan siquiera por un hospital o un seguro se habrá fijado de las innumerables colas que hacen los pacientes para lograr una consulta, colas que muchas veces son más largas que una cuadra cercana al centro de la ciudad, es decir son bastantes pacientes que esperan muchísimo para ser atendidos dignamente, no es exagerado de mi parte el decir que muchas veces se tiene que hacer colas desde las 4 o 5 de la mañana para alcanzar cupo y lograr ser atendidos, pues nuestros centros de salud no se abastecen con el gran número de pacientes que acuden diariamente y por ello muchos de ellos se quedan sin atención.

Claro está que este problema no es exclusivo del sector salud, pues lo mismo sucede en los bancos, en el Poder Judicial o en la RENIEC, donde muchísimas personas, especialmente gente del sector rural, acuden en la madrugada para ganar un buen lugar en la cola y muchos de ellos desde la noche anterior pernoctan en la calle, estando expuestos al frío o la lluvia o a cualquier asaltante que nunca falta en estos tiempos; es decir, este problema es genérico, en donde muchas veces se debe a la “bendita burocracia que existe”, en donde a veces para la firma de un simple papel uno tiene que hacer colas grandísimos y exponerse a miles de cosas.

Sin desviarnos de nuestro tema, el sector salud esta repleto de estas “grandísimos colas”, pues muchas veces se tiene que estar en una para un simple sello de un doctor, o de una enfermera, pero lo llamativo es que muchas veces nuestro “querido personal” esta conversando o haciendo una llamada por su celular o enterándose del ultimo “chisme del espectáculo”, en fin miles de cosas que suceden día a día y que hacen esperar a miles de pacientes, ejemplo de ello es que al acudir a nuestra consulta con el doctor, aparte de rogar de no tener nada malo y pedir que los gastos no sean tan altos, tenemos que pedir a Dios que el doctor se encuentre de “buen ánimo” y que atienda como debe ser y no por la “puerta de atrás”, pues muchos doctores se dan sus escapadas al kiosco, o atienden a sus conocidos, o simplemente están conversando con la nueva enfermera o platicando de los gastos por celular con su esposa, todo eso sucede mientras que los pacientes esperan horas para ser atendidos, pacientes que en su mente tienen un montón de problemas, como el obrero que sabe que fue una mañana pérdida en el trabajo y no podrá recuperar lo que pensaba ganar, o la madre de familia que acudió con su hijo menor, mientras su hija mayor se encuentra sola en casa esperando que llegue temprano su mamá para prepararle el almuerzo y pueda ir al colegio, o el joven que sigue aguantando ese dolor de muelas pues el doctor no se digna a atender a sus pacientes, esto sucede enfrente de los ojos de todos, pero nadie dice nada, pues sabe que si un paciente se queja, el doctor se molestara y puede negarnos a atendernos.

Todo ello parece estar sacado de una novela de Jaime Bayly, que se caracteriza por su estilo sarcástico, explosivo y directo, pero lamentablemente no es así, sino que es la pura realidad y esto sólo es el inicio de un calvario, pues por ejemplo al acudir a tópico muchas veces acudimos con la expectativa y la esperanza de que esté de turno la enfermera que nos atendió la semana pasada, pues ella era una persona que ama su profesión y sabe que lo primero son sus pacientes, pero muchas veces nos encontramos con enfermeras que pasan su vida en el cafetín del hospital o tienen el descaro de salir por un momento y dejar en total abandono su centro de trabajo, claro todo el mundo comprendería si fuese por necesidad, pero mayormente sucede que salen para “desestresarse” y dejan esperando a sus pacientes, en donde cada vez la cola se hace más grande, en donde se encuentra la niña con una fractura, o el joven que se muere de escalofríos por la alta fiebre y pide a gritos que llegue la enfermera para que le coloque su inyección, es decir grandes cosas que pasa por la indiferencia de muchos.

Como olvidarnos de la situación de los pacientes que están internados en un hospital, en donde los familiares sufren junto al paciente por estar pasando por esa realidad, el pensar en una posible operación, puede que necesite oxígeno o requiera de diversos medicamentos, es decir el pensamiento se encuentra muy atareado y los sentimientos muy sensibles, sin embargo muchas veces los médicos y enfermeras no comprenden eso y son capaces de gritar e insultar a los familiares y siendo indiferentes ante el dolor ajeno, olvidando lo más esencial e indispensable de esta abnegada profesión, pues muchos olvidan que trabajan con personas de carne y hueso que tienen sentimientos y que sienten, lloran, aman y lo único que piden es un trato digno.

Por todo ello, no es mentira el decir que si existe un alto grado de indiferencia en el personal de salud al tratar a sus pacientes o sus familiares de estos y es que lamentablemente cada día nos convertimos en personas ajenas al dolor ajeno; sin embargo, tanto lo caro que cuesta costear la salud, como el trato que recibimos en los diferentes nosocomios, sea este bueno o malo, no es lo único que encontramos en nuestro Sector Salud, pues existe personas con cargos representativos como son los ministros de salud, en donde algunas veces dejaron poco que desear con sus opiniones y ponen un granito más en la gran lista de “perlas” de nuestra Salud Peruana.

“LAS PERLAS DE NUESTROS QUERIDOS REPRESENTANTES POLITICOS”

Nuestros representantes políticos son personas que deben velar por mejorar cada día la calidad de vida de todo peruano, es decir deben ser personas capaces de esquivar cabalmente los diversos problemas que se presentan en nuestro país, sin embargo muchos de ellos sólo llegan al poder para servirse del pueblo, olvidándose de éste o prefiriendo sólo a ciertos sectores de la población.

Lo anteriormente dicho es fácil de demostrar con las diferentes actuaciones vergonzosas que realizan nuestros “grandes políticos” día tras día y que salen a la luz en los diferentes medios de comunicación, pero lo increíble son las declaraciones que brindan nuestro representantes, o sea muchas veces hablan puras barrabasadas por ejemplo, en enero último salió la noticia sobre la igualdad de sueldos entre ministros y congresistas, pues según la Ley Nº 28212 dictada en el gobierno de Alejandro Toledo señalaba que el sueldo de ministros y congresistas debe ser igual, por ello los ministros pidieron que se cumpla dicha ley ya que los congresistas ganaban un promedio de 16000 soles, mientras que los ministros “tan solo” 12000 soles, tan fue la incomodidad de estos últimos que tal como apareció en el diario el Comercio el ex ministro de defensa Antero Florez Araoz en una entrevista al programa Confirmado de TV Perú, canal del Estado, señalo taxativamente lo siguiente: “Si tuviera que vivir con el sueldo de ministro, no viviría. Felizmente tengo mi renta inmobiliaria que he generado durante mi trabajo profesional como abogado, sino yo no podría ser ministro. Se lo digo así y se lo puedo decir bajo juramento. No podría con ese sueldo”, es decir afirmaba que 12000 soles era muy poco y que con ese sueldo ni el ni su familia podrían vivir.

Es difícil tratar este asunto, pues debo ser claro, un ministro tiene muchísimas responsabilidades y necesita de un sueldo adecuado para poder desenvolverse en su trabajo, pues es un representante del Estado y necesita costear sus diferentes actividades en miras al progreso del Perú, pero ahí esta el punto, que debería ser un buen sueldo cuando lo merecieran, cuando se notara un avance verdadero, es cierto que el Perú avanza, pero también es cierto que cada vez más son los casos donde se aprovechan los representantes en cobrar maravillosos sueldos sin hacer nada, no por ello no es secreto los diferentes casos como los congresistas come pollos, o los empleados fantasmas, los roba luz, los lava pies, los mataperros, es decir innumerables casos en donde los congresistas hacen noticias no por su buen actuar, sino por las “perlitas” que tienen y que son únicamente señales de que nuestros representantes cada vez piensan menos en los demás.

Sin ir tan lejos, hace unos días el ministro de salud, Óscar Ugarte, en declaraciones a la prensa, reconoció como sumamente crítica la situación que atraviesan los hospitales y servicios de salud en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, y tras precisar que esta zona es una prioridad para su sector, se comprometió a cubrir esa carencia comenzando por desplazar hacia ese lugar especialistas médicos, con un mejor sueldo, a fin de superar el déficit de personal; es decir en una zona atacada por el terrorismo, los hospitales son un mundo abandonado de la mano del Estado.

Lamentablemente el problema de los hospitales del VRAE se multiplican por todo el ancho y largo de nuestro Perú, y es que personalmente apoyo a los políticos y no políticos que piensan que la prioridad de todo Estado está en los sectores de educación y salud, en lugar de preocuparse por temas externos, que también son importantes, pero no es una prioridad armarse de tanques y aviones mientras que nuestros compatriotas mueren por la falta de dinero o la deplorable calidad de atención que se brindan en los diferentes nosocomios del Perú, pues de que nos vale enfrentar con uñas y dientes al enemigo, cuando por dentro nuestro propio organismo se cae a pedazos día tras día y confundirnos al creer que el peligro está afuera, cuando la verdad es que la enfermedad se lleva por dentro.

Finalizado las “perlas” de la gran mayoría de nuestros representantes políticos a través de sus cometarios o acciones, es necesario recordar una situación que avergonzó no solo al sector salud, sino a todos los peruanos, me refiero a las declaraciones desatinadas que hizo en septiembre del año pasado el ex ministro de salud Hernán Garrido Lecca en el XIX Congreso Nacional de Ciencias Veterinarias, pues señalo que la única solución a la posible entrega de hospitales por parte de los médicos que en ese entonces estaban en huelga, era nombrar a médicos veterinarios con maestría en gestión como directores de los diferentes establecimientos de salud.

Según el diario Perú 21, el ex ministro en dicho congreso señaló textualmente lo siguiente: “Los centros o puestos de salud deben estar en “manos de los mejores gestores y gerentes”. “Le pido a usted señor decano (del Colegio de Médicos Veterinarios) que me presente una terna de médicos veterinarios que tengan formación en gestión, porque yo quiero, antes de dejar de ser ministro, en un futuro, hacer justicia y nombrar a un médico veterinario como director de un establecimiento de salud”.

Por dichas declaraciones, no sólo el sector salud se sintió ofendido, ya que jamás se podrá comparar la responsabilidad de un médico con un veterinario, y es que respeto a todos los veterinarios, pero jamás se podrá comparar el trabajo que se hace con personas que con animales; y es que eso también fue el malestar de muchos ciudadanos al sentirse comparados con animales; por ello me asombra tremendamente las actitudes de nuestra “selecta política”, y es que espero que algún día se entienda que uno de los principales pilares de cualquier Estado esta el la fortaleza de su sector Salud.

¿QUIEN PESA MAS? EL DINERO Y LAS IDEOLOGIAS O LA VIDA HUMANA

Después de todo lo dicho no hay duda para decir que desde el grado mas alto hasta el mas bajo, desde el conocido al no conocido; es decir que todos los trabajadores del sector salud deben entender que tratan con vidas humanas con personas con sentimientos, mas no con objetos y así poder mejorar la calidad de atención.

Claramente señala el artículo 1º de nuestra Constitución que: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”, es decir que sobre toda las cosas esta la persona humana, así también el articulo 1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos señala que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…”, por ello no debe haber excusa para hacer diferencias entre nosotros, pero como hemos visto, lamentablemente muchas veces se prefiere los intereses propios sobre el dolor ajeno, en donde ya se tiene menos consideración por la dignidad de una persona.

Tan es la indiferencia que existe clínicas u hospitales del Estado que tienen bien marcado en su estatuto que para ser atendidos en dichos centros se necesita pagar una cantidad de dinero, pues de lo contrario tienen la posibilidad de atender o no a un paciente que puede estar herido, o algunas veces al borde la muerte; es decir, parece que pesa mas los billetes que la salud de una persona.

La salud de las personas esta constitucionalmente reconocida en el articulo 7º de nuestro Carta Magna, sin embargo como hemos observado, muchas veces se juega con la vida o la integridad de un ser humano, por ello debemos de tratar de ser mas humanos en lugar de convertirnos en maquinas o en tecnisistas que solo nos apegamos a un papel, a un titulo, a un estatuto, los cuales muchas veces nos hace ser indiferentes al dolor ajeno.

Una vez escuche decir muy sabiamente a un doctor que conversaba con unos internistas, este doctor les decía que esta muy mal dicho el decir paciente a una persona que requiere ser atendida, pues para que esta persona acuda a un centro de salud debe ser porque sufre alguna dolencia y necesita de ayuda profesional y lo menos que debe exigirse es que este “paciente”, pues en esa situación dicha persona se encuentra muy impaciente por querer que le atienda su medico; y además señalo que el “paciente” debe ser el médico, pues un buen médico debe tener la suficiente paciencia para poder atender correctamente a una persona que pide ayude. Todo ello lo escuche y comprendí que ese médico tenía toda la razón y pensé que ojalá hubiese aunque sea pocos de ellos que piensen así y comprendan que atienden a personas, mas no a maquinas, las cuales no tienen dolores ni sentimientos; pues como dijo nuestro gran poeta César Vallejo en su insigne poema “Los Heraldos Negros”; son pocos pero son…; pocos pero suficientes para ayudar al inicio de un cambio para bien en nuestra Salud Peruana y en todo lo que sea necesario para entender que todos somos peruanos, hijos de una riquísima cultura milenaria, dueños de grandiosas maravillas y ricos en nuestra flora y fauna por el cual debemos estar orgullosos de ser peruanos.

Lamentablemente todo ello se logrará al tener una verdadera conciencia de lo que nos sucede no solo en el sector salud, pues como dice la Constitución, la persona humana es el fin supremo de todo el Estado y por ello quiero terminar contando una historia muy común que sucede en nuestros días, el cual nos hará reflexionar a cada persona sobre la importancia que tiene para uno la vida humana de otra persona, así también poder notar como muchas veces el dinero o las “benditas burocracias” termina pesando mas que la existencia de una persona. Para ello me apoyaré en las dos posiciones filosóficas que se basa nuestra jurisdicción nacional:

La corriente positivista conocida como “positivismo legal”, afirma que el derecho y moral son conceptos distintos no identificables, es decir, que el juez solo debe basarse en las leyes sobre todas las cosas, sin importar si el derecho puede ser justo o injusto.

La corriente naturalista señala que el hombre tiene derechos inherentes por naturaleza, es decir, que los derechos que tiene toda persona no son dados por un legislador, ni por un juez, sino que los lleva por naturaleza, por el mismo hecho de haber nacido, derechos inalienables que nadie los puede privar.

Ahora bien, el caso hipotético, pero no por ello lejos de la realidad, puede ser el siguiente: un niño de 4 años de edad acaba de sufrir un accidente automovilístico y es llevado de emergencia a un hospital, el doctor pone todo de su parte para salvarlo y se da cuenta que para poder salvar su vida es necesario que reciba un transfusión de sangre, pero por las “benditas leyes y la burocracia” se necesita que firmen los padres del niño la autorización de dicha transfusión, al informales lo sucedido a los padres, estos niegan la transfusión por alegar que profesan la religión mormona y que ésta no les permitía aceptar transfusiones de sangre, el doctor sabe que si realiza la transfusión de sangre sin autorización podría ir preso por no respetar las políticas del hospital, sin embargo es consiente que si no realiza dicha transfusión el niño morirá tan solo por los prejuicios que tienen muchas personas y las diferentes religiones e ideologías que lo que mas hace es separar a la gente.

Personalmente no tengo nada en contra de las personas que profesan dicha religión, pues son humanos como todos y lo que es importante es no hacer daño a nadie, pero pongo de ejemplo a esta religión pues se que su doctrina prohíbe las transfusiones de sangre, pues solo lo use de ejemplo, ya que ahora cualquiera puede ser victima de un rechazo, ya sea por no tener dinero, por no pertenecer al club, o por no ser “blanquito”.

Por todo lo dicho tan solo dejo dos preguntas abiertas que servirá para darnos cuenta que el cambio para una mejor atención en salud y hacer valer la vida humana está en manos de todos nosotros y que no es imposible pensar en eso, por ello comencemos amando nuestra noble profesión y hacer valer nuestro titulo, no por la universidad del cual salimos egresados, sino hacerlo valer por nuestras acciones.


Tales preguntas son:

¿Si fueras el doctor realizarías la transfusión de sangre sin autorización, corriendo el riesgo de ir preso o dejarías morir a un niño por una ideología?

¿Qué harías si fueras el juez que deba sentenciar al médico al haber realizado la transfusión sin autorización, te apoyarías en la posición positivista, la cual nos señala que la ley esta sobre todo o en la posición ius naturalista y entender que la vida y la salud de toda persona esta sobre todas las cosas?


ES HORA DE PENSAR POR UN MOMENTO
EN LA GRANDEZA DEL FIRMAMENTO,
LOGRAR TENER CONCIENCIA
PARA MATAR LA INDIFERENCIA
Y PODER CALMAR EL LLANTO
CON UN BELLO CANTO
MOSTRANDO UNA SONRISA
QUE VAYA MUY A PRISA
EN LOGRAR GANAR CONFIANZA
Y REGALAR UNA ESPERANZA
PARA QUE EXISTA UN MUNDO MÁS SANO
Y ASI TODO LO QUE SE A DICHO NO SEA EN VANO




Referencias Bibliográficas:

Carlos Bardález del Águila. La salud en el Perú, 2002. Disponible en :
http://www.comunidadsaludable.org/doc/ESTUDIOS/saludenelperu.pdf


Constitución Política del Perú, 1993

Declaración Universal de los derechos Humanos 1948


Periódico Perú 21. Setiembre 2008. “Quiere nombrar a veterinarios como directores de establecimientos de salud”. Disponible en :
http://peru21.pe/noticia/217360/garrido-lecca-propuso-nombrar-veterinarios-como-directores-hospitales


Periódico LA REPUBLICA, Agosto 2009. “525 muertes por neumonía....en lo que va del año”. Disponible en :
http://guillermotejadadapuetto.blogspot.com/2009/08/suben-64-los-ninos-muertos-por-las.html


Perú .com. Enero 2009. “Ántero Flores Aráoz: "No podría vivir con sueldo de ministro". Disponible en :
http://www.peru.com/noticias/sgc/POLITICA/2009/01/03/detalle18242.aspx

Info Región 2009. “Ministro de Salud reconoce crítica situación de hospitales en el VRAE”. Disponible en :
http://www.inforegion.pe/mundo/41515/ministro-de-salud-reconoce-critica-situacion-de-hospitales-en-el-vrae/


Radio Programa del Perú (RPP) 2009. “MINSA: Fallecidos por gripe AH1N1 en el país suman más de 200” Disponible en :
http://www.rpp.com.pe/2009-12-09-minsa-fallecidos-por-gripe-ah1n1-en-el-pais-suman-mas-de-200-noticia_228401.html


Management en Salud, Setiembre 2009. “El sistema más caro del mundo, donde enfermarse es un lujo”. Disponible en :
http://managementensalud.blogspot.com/2009/09/el-sistema-mas-caro-del-mundo-donde.html




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